Desde que Ellie y Darlene huyeron de casa de su padre han vivido juntas en Los Ángeles, abriéndose camino por sí solas, trabajando y estudiando para labrarse un futuro. Ellie siempre había soñado con ser una estrella de la música, pero las dificultades de la vida han ido relegando ese sueño al olvido hasta que, una noche, un productor la descubre cantando en el bar de Ray y le ofrece grabar un disco.

Hunter Coleman ha saboreado las mieles del éxito, pero también su veneno. Caído en desgracia tras ser un éxito de ventas en 2012, ahora se ha reinventado como productor discográfico y trata de superar los problemas de su pasado y un fuerte trastorno de ansiedad. La deteriorada relación con su hermano y un no tan reciente divorcio tampoco se lo ponen fácil.

Descubrir a Ellie trae una nueva luz a la vida de Hunter. Convertir a esa chica en una estrella es su oportunidad de hacer las cosas bien, si no mete la pata. Y eso es difícil cuando la atracción entre los dos es tan devastadora. Pero todo es posible en el mágico verano de Los Ángeles, la ciudad de las playas y la luz, donde los sueños se hacen realidad. Al menos a veces.

Nada que perder es una novela romántica, entrañable y veraniega que trata sobre las relaciones familiares, la pérdida, la confianza y la importancia de dejarse ayudar.